¿Qué le espera al sector afianzador en este año?

El sector afianzador, como la mayoría de los sectores, fue golpeado duramente por la pandemia. Afortunadamente, el año pasado tuvo una gran recuperación. De acuerdo a cifras oficiales, se reportó un crecimiento del 12% en términos reales y de más del 20% en términos nominales. 


Este crecimiento se dio por varias circunstancias, principalmente por el aumento en la demanda de las fianzas y la reactivación de los proyectos regionales del país. Después de los números negativos consecuencia de la pandemia, el 2021 y 2022 trajeron consigo crecimientos de más de dos dígitos.


Si las expectativas de los expertos resultan ciertas, este año también será positivo para el sector afianzador, sobre todo porque se espera un crecimiento económico de entre 1.2% y 3%. Esta situación se da porque la actividad económica está estrechamente ligada con las fianzas y su consecuente incremento en el número de transacciones. 


Lo anterior generará una mayor demanda de garantías y por consiguiente mejorarán las operaciones de múltiples sectores que fueron afectados desde el inicio de la pandemia y es muy probable que recuperen la estabilidad pérdida en los últimos años.


El incremento de la inversión pública en infraestructura traerá crecimiento para el sector afianzador, aunque la inversión esté concentrada principalmente en las regiones donde se realizan los proyectos más importantes del gobierno. 


Aunque previsiblemente el 2023 será un buen año para el sector afianzador, es necesario incrementar su presencia en el mercado privado e intentar que los diversos tipos de garantías operen en favor de las empresas. Hacerlo, ayudará al crecimiento, innovación y penetración de la fianza.


Si bien las oportunidades de crecimiento existen, el sector afianzador debe tener muy en cuenta que la situación económica implica retos en materia de celebración de contratos y transacciones económicas. Situaciones como la alta inflación, las cambiantes tasas de interés, la falta de liquidez  o la volatilidad en los precios de las materias primas, son solo algunos de los factores a tomar en cuenta.


Al momento de la suscripción de las garantías, deben realizarse análisis exhaustivos sobre el contexto en el que se encuentran las empresas, para saber cuáles son sus puntos vulnerables y entender cabalmente los riesgos que implica su operación. El trabajo en conjunto entre fiados, intermediarios y empresas es clave para que se cumplan adecuadamente las obligaciones propias y de terceros.


Fuente: Revista Siniestro