Renovar gestión de los nuevos riesgos
A la par del crecimiento de las aseguradoras, la complejidad de la gestión de los riesgos no financieros aumenta por igual y en un mundo cada vez más digitalizado, abordar estos riesgos correctamente se está volviendo más complicado. La mayoría de las aseguradoras está trabajando para tomar las medidas pertinentes, modernizar sus herramientas tecnológicas, mejorar sus procesos y gestionar riesgos no financieros con el mismo esfuerzo que realizan para gestionar su crecimiento.
Las aseguradoras tradicionales deben evitar el rezago
Entre las acciones que ha tomado el sector asegurador para incorporar nuevos modelos empresariales y operativos a su labor destacan: la modernización de sus sistemas, el descarte de softwares obsoletos, el incremento del uso de la tecnología para reducir costos, la mejora de su capacidad de respuesta y hacer más con menos.
Las compañías tradicionales se están enfrentando a varios problemas por no actualizarse a la velocidad que requiere el mercado actual y por la creciente competencia. Si este tipo de organizaciones no quieren quedarse en un rezago insalvable, tienen que modernizarse e incorporar a su oferta nuevos productos como los seguros basados en el uso, seguros basados en el comportamiento y pólizas de pago por uso, por mencionar algunos.
Muchas de las aseguradoras que han decidido implementar nuevos modelos de negocio han decidido disponer de un plan de gestión de riesgos e incorporar a su catálogo productos personalizados. También han confiado en la tecnología digital para alcanzar sus objetivos, porque herramientas como la Inteligencia Artificial o la analítica de datos, las han ayudado a contar con información certera sobre el comportamiento de los clientes. El sector sabe lo importante que es la creación de una experiencia digital que abarque todo el proceso de compra, desde la cotización hasta la reclamación, lo cual ayuda a mejorar la interacción con los clientes y la gestión de los riesgos digitales.
Nube e inversión en tecnología
Las aseguradoras que han decidido apostarle a la nube han obtenido importantes beneficios, sobre todo en materia de eficiencia, servicio al cliente y reducción de costos. Adicionalmente, los proveedores de la nube tienen la opción de ofrecer ayuda inmediata y automática a las aseguradoras que así lo requieran, protegiendo en una sola acción a otras que utilicen los mismos componentes de la nube. Pero, como todo, implementar esta herramienta implica asumir algunos riesgos como: cambiar los modelos operativos o de gasto con poca claridad, no hay fiabilidad suficiente y la seguridad de los datos puede estar en riesgo en determinadas circunstancias.
A pesar de todos los riesgos que conlleva la digitalización, cada vez son más las aseguradoras que deciden invertir en tecnología, analítica y automatización, porque ayuda a mejorar sus perspectivas de negocio y su eficiencia; además se han dado cuenta que si quieren mejorar la gestión de riesgos y crecer, el camino tecnológico es el correcto.
Fuente: Füture